La densitometría ósea es una prueba que mide la densidad mineral ósea (DMO) y se utiliza para evaluar la salud ósea y el riesgo de fracturas. La prueba es recomendada para ciertos grupos de personas, pero ¿con qué frecuencia deben hacerse la prueba?
En general, se recomienda que las mujeres postmenopáusicas se hagan una densitometría ósea cada dos años. Las mujeres que tienen una DMO baja, antecedentes familiares de fracturas óseas, fuman, beben en exceso o tienen otros factores de riesgo para enfermedades óseas pueden necesitar hacerse la prueba con mayor frecuencia.
Para los hombres, la frecuencia recomendada para la densitometría ósea depende de los factores de riesgo individuales. Los hombres mayores de 70 años o aquellos con factores de riesgo para enfermedades óseas, como el uso prolongado de corticosteroides o la baja masa muscular, deben considerar hacerse la prueba. En general, se recomienda que los hombres se hagan la prueba cada dos años si tienen factores de riesgo para enfermedades óseas.
Para las personas que no tienen factores de riesgo para enfermedades óseas, se recomienda que se hagan la prueba a partir de los 65 años y luego cada cinco años. Sin embargo, es importante hablar con su médico sobre cualquier cambio en su salud o estilo de vida que pueda afectar la salud de sus huesos. Por ejemplo, si ha tenido una caída reciente, si ha notado cambios en su postura o si ha experimentado un dolor de espalda persistente, debe informar a su médico y considerar realizarse una prueba antes de los 65 años.
Además, es importante recordar que algunos factores de riesgo, como el historial familiar de osteoporosis o el uso prolongado de ciertos medicamentos, pueden aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades óseas a cualquier edad. Si tiene factores de riesgo, hable con su médico sobre cuándo debería comenzar a hacerse pruebas y con qué frecuencia. Juntos pueden desarrollar un plan personalizado para proteger la salud de sus huesos.
