La colonoscopía es un procedimiento que utiliza un subo largo, flexible y angosto con una cámara diminuta y liviana en un extremo, llamado colonoscopio o endoscopio, para observar el interior del recto y todo el colon. La colonoscopía puede mostrar tejido irritado e hinchado, colposcopía úlceras y pólipos: fragmentos adicionales de tejido que crecen en el revestimiento del intestino.
Una colonoscopía se realiza para ayudar a diagnosticar:
– Cambios en los hábitos intestinales
– Dolor abdominal
– Sangrado del ano
– Pérdida de peso
El proceso de la colonoscopía consta de tres partes básicas:
1. El día anterior al examen el paciente debe seguir una dieta de líquidos claros; de lo contrario, las actividades del día no tienen restricciones.
2. Esa noche, el paciente toma un medicamento que inducirá la diarrea para limpiar el colon para el examen del día siguiente.
3. A la mañana siguiente, se lleva al paciente al centro designado, donde se le coloca una vía intravenosa. El paciente está sedado en un entorno monitoreado para el procedimiento. El procedimiento de colonoscopía real consiste en pasar un subo delgado y flexible con una cámara en la punta a través del intestino grueso o colon. El colonoscopio inspecciona y potencialmente extrae o toma biopsias de pólipos o crecimientos anormales.
Después del examen y un breve período de recuperación, el paciente es dado de alta del centro y llevado a casa por su acompañante designado. Se le indica al paciente que se relaje el resto del día. Por lo general, no hay otras restricciones.
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