Imagen de resonancia magnética

Resonancia Magnética Renal

Los quistes simples tienen características similares en la ecografía, la TC y la RM. Los quistes complejos se pueden diferenciar o caracterizar mediante resonancia magnética. La hemorragia dentro de un quiste produce una señal alta en las imágenes ponderadas en T1 debido a los efectos paramagnéticos de los subproductos de la descomposición de la sangre (hemosiderina) (fig. 3.26) (Roubidoux, 1994).

El contenido proteináceo dentro de un quiste muestra una señal alta en las imágenes ponderadas en T1. La hemorragia crónica da como resultado un anillo negro a lo largo de la pared del quiste en las imágenes potenciadas en T2. Para quistes benignos y complejos no debe haber realce (Israel and Hindman, 2004).

Cuando se evaluaron los factores de riesgo independientes para el CCR, el realce de la pared del quiste tuvo mayor sensibilidad y especificidad que las calcificaciones en la pared del quiste. Las calcificaciones pueden causar artefactos que pueden disminuir la capacidad de apreciar el realce de pequeños nódulos dentro de la pared de un quiste complejo en la tomografía computarizada. La resonancia magnética tiene la ventaja de no verse influenciada por calcificaciones dentro de la pared de un quiste complejo. Las calcificaciones aparecen como un vacío en la resonancia magnética. Por lo tanto, es más probable que la resonancia magnética detecte realce de un carcinoma de células renales en la pared de un quiste complejo en comparación con la tomografía computarizada cuando hay calcificaciones murales (Israel y Bosniak, 2003).

La RM ofrece una clara ventaja sobre la TC en la evaluación de la pseudocápsula, que aparece en las imágenes ponderadas en T1 y T2 como una señal baja que rodea la lesión. La falta de pseudocápsula que rodea una masa renal tuvo una precisión del 91% para predecir la enfermedad pT3a (Roy y El Ghali, 2005).

La resonancia magnética permite la diferenciación de diferentes subtipos de RCC mediante el uso de un enfoque multiparamétrico. Estas secuencias pueden incluir imágenes ponderadas en T1, secuencias ponderadas en T2 multiplanares (con y sin supresión de grasa), secuencias dinámicas mejoradas con contraste (DCE) (con fases arterial, corticomedular, nefrógena y excretora), imágenes ponderadas por difusión (DWI) (con los correspondientes mapas de coeficiente de difusión aparente [ADC]), y CSI. Usando estas características únicas, somos más capaces de diferenciar los subtipos de masas renales en comparación con las imágenes por TC.

El tipo de células claras del carcinoma de células renales (ccRCC) es el tipo más común de RCC. Se caracteriza por una alta señal heterogénea en secuencias potenciadas en T2 por la presencia de hemorragia, necrosis y/o quistes (Pedrosa y Chou, 2008). El RCC papilar (pRCC), en comparación con el ccRCC, muestra una intensidad de señal homogénea más baja en las imágenes potenciadas en T2, que es secundaria al depósito de hemosiderina (histiocitos) dentro del tumor (Pedrosa y Chou, 2008) (fig. 3.27). Los quistes hemorrágicos con un crecimiento de la pared periférica realzado y/o una masa sólida hiporealzada con baja intensidad de señal (SI) en las imágenes potenciadas en T2 dieron como resultado una sensibilidad del 80 % y una especificidad del 94 % para diferenciar el pRCC de otros tipos de RCC (Fig.

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