¿Qué son las hemorroides externas e internas?

Si alguna vez ha tenido picazón, ardor o una sensación intensamente dolorosa alrededor del ano, probablemente haya experimentado las queridas hemorroides. Altamente comunes en mujeres embarazadas y aquellas que de forma frecuente están estreñidas, las hemorroides pueden cambiar desde levemente molestas hasta insoportables. Muchos pacientes se preguntan qué causa las hemorroides; Aunque existen algunos factores que pueden acrecentar su peligro de desarrollarlos, ciertas personas desarrollan hemorroides sin aparente razón.

Si tiene hemorroides recurrentes, intente aumentar su ingesta de fibra y agua, use toallitas de hamamelis, tome baños de asiento y reduzca la presión aplicada en el área al sentarse. Los pacientes con hemorroides graves pueden necesitar cirugía para reducir las protuberancias y eludir que vuelvan a aparecer.

Las hemorroides son esencialmente vasos sanguíneos alrededor del recto y el ano que han sido sometidos a tanta presión que se han estirado. Esto puede hacer que la sangre se acumule en los vasos mismos, además de hacer que los pequeños pilíferos que los rodean exploten. Asimismo es habitual que se formen coágulos de sangre en los vasos dilatados; un vaso con un coágulo se considera trombosado. Todo tipo de hemorroides se ve agravada por la presión rectal; esto es también lo que hace que las hemorroides trombosadas revienten y sangren.

Las hemorroides internas pueden no ser dolorosas hasta el momento en que se vuelven externas, pero todavía tienen el potencial de ocasionar sangrado rectal. Una hemorroide interna puede prolapsarse (sobresalir del recto) en cualquier momento y causar dolor de leve a intenso. Si el tejido no retrocede, posiblemente necesite un procedimiento castigo.

Aunque la mayor parte del sangrado rectal ocasionado por hemorroides se generará tras una evacuación intestinal, no es imposible ver ciertas máculas de color rosa refulgente en otros momentos, en especial si tiene hemorroides externas extremadamente sensibles. Asimismo puede notar que sus hemorroides se agravan después de un esfuerzo físico o de estar sentado a lo largo de largos períodos de tiempo. Recuerde siempre y en todo momento hablar con su médico sobre el sangrado rectal para que tenga una buena idea de lo que es normal en su situación.

No obstante, las hemorroides no son la única causa potencial de sangrado rectal. Es esencial mencionar cualquier sangrado rectal a su médico, puesto que puede ser un signo de problemas gastrointestinales graves. Si le mienta sangrado rectal a su médico, probablemente le pida un historial detallado y le pida que controle sus heces; aun es posible que le soliciten que recoja una muestra de heces para examinarla. Si su sangrado rectal no es causado por hemorroides, posiblemente necesite una colonoscopia u otro procedimiento de exploración para descartar cáncer, grietas anales, pólipos en el colon y enfermedades inflamatorias del intestino.

Si bien el sangrado rectal acostumbra a ser causado por hemorroides, no corra el peligro de perderse algo más grave.

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